Los cerramientos exteriores se han convertido en una pieza clave para muchísimos negocios físicos. No solo para terrazas de bares y restaurantes, sino también para viveros, tiendas de ropa o incluso salones de masaje, han aprovechado zonas al aire libre para ganar espacio y generar nuevos conceptos dentro de su modelo de negocio.
Gran parte de la culpa de esta nueva realidad la tienen los propios sistemas de cerramiento. Han evolucionado tanto en los últimos años que hoy en día es posible crear verdaderas habitaciones completamente cerradas, cálidas y tranquilas, sin necesidad de muros de ladrillo y hormigón.
Esto no ha hecho más que atraer a un perfil cada vez más amplio de público, tal y como reconocen profesionales como los de D’Glass Aluminium System, una empresa con más de 50 años en el sector que, hoy en día, se encuentra viviendo uno de los momentos con más demanda de su historia.
Estos especialistas en la fabricación de pérgolas, techos móviles y cortinas de cristal ofrecen una serie de consejos que pueden llevar a los empresarios a elegir el mejor cerramiento de cristal para cubrir sus necesidades.
La calidad del aluminio
Utilizar aluminio de alta calidad en las estructuras del cerramiento es esencial: no solo aumenta la durabilidad de la instalación, sino que además es una pieza fundamental para garantizar un aislamiento total de la estancia frente al frío o al calor del exterior.
La consecuencia directa de esta última función es que se logra más fácilmente la temperatura de confort y el usuario puede ahorrar en el gasto energético que precisa para enfriar o calentar la sala.
Puertas correderas
Los sistemas de cerramiento que incorporan puertas correderas suelen ser los más recomendados por los profesionales del sector. ¿El motivo? Se economiza el espacio y se gana en comodidad respecto al uso de otro tipo de aperturas o cierres.
Las empresas con una larga trayectoria aseguran que el cerramiento con puertas correderas es el modelo más conveniente en el caso de los negocios, que precisan usar el interior del espacio al máximo para exponer productos u ofrecer los servicios a los clientes.
No olvidar la estética
En el caso de los negocios, el cerramiento tiene que ser funcional y, a la vez, atractivo para los clientes. Por eso es importante que los materiales elegidos y la forma del cerramiento convivan con el resto del negocio y resulten llamativos desde el exterior.
En muchos casos se puede trabajar la forma y el color de las piezas de aluminio para que estas se alineen con la marca que vende en ese espacio o con la estética del local. De este modo, el cerramiento se percibe como una continuidad de la tienda física.
Asesoría profesional
Todos los consejos anteriores no sirven de nada si no se cuenta con un equipo de montaje profesional y con mucha experiencia.
Una empresa con amplios conocimientos será la más adecuada para asesorar a los clientes a la hora de diseñar el cerramiento, crear la estructura y montarla para que la empresa comience a operar en ella cuanto antes y con toda la seguridad de tener un nuevo espacio de diez.