En el momento que decidimos crear un negocio, independizarse o dirigir una empresa ya establecida, aprender cómo llevar la contabilidad de un negocio representa una de las claves para alcanzar el éxito empresarial.
Ya sea un negocio que apenas comienzas, una empresa pequeña o una grande, tener claro la importancia que juega la contabilidad, y el orden con el cual la manejas, termina siendo, en la gran mayoría de ocasiones, lo que diferencia un negocio exitoso de uno que fracasa.
En el caso que la responsabilidad contable la derivemos a otra persona, siempre es recomendable conocer los principales términos y conceptos que tiene la contabilidad.
¿Qué es la contabilidad?
Según la RAE es Sistema de cuentas interconectadas para registrar las magnitudes básicas de la economía nacional, resultantes de las operaciones de los agentes macroeconómicos. En pocas palabras, la contabilidad es sistema de control y registro de los gastos e ingresos y otras operaciones económicas que realiza una empresa o entidad. Con ella podrás tener una visión precisa de sobre todo lo que pasa dentro de tu empresa en materia económica; permitiéndote llevar un orden exacto sobre todas las actividades, ver la realidad financiera del negocio, analizar cada parámetro evolutivo, principal fuente de información a la hora de tomar cualquier decisión económica, etc.
Otros conceptos en contabilidad básica para emprendedores:
Lo más básico e importante a tomar en cuenta a la hora de contabilizar nuestras actividades económicas, es saber cuáles los gastos e ingresos que tiene el negocio; ya que no conocerlos puede generar inestabilidad en la empresa.
Los ingresos son aquellas partidas o registros que entran a nuestra cuenta y los gastos todas las salidas que salen. En ambos casos estos registros pueden ser variables o fijos.
Los gastos variables son aquellas salidas de dinero que van en función de la actividad del negocio. Ejemplo es la compra de mercancías, comisiones bancarias, una reunión con algún cliente en un coworking en Madrid.
Los gastos fijos, son esas salidas de dinero que no depende de nuestras ventas, es decir, no podemos dejar de pagarlos. Ejemplo, seguros, impuestos, alquiler del bussines center o local.
En el caso de los ingresos, estos también pueden ser fijos y variables, los fijos son aquellos que repiten periódicamente o de forma regular y los variables los que entran ocasionalmente.
Otros aspectos a tener en cuenta son los activos que no son más que el conjunto de bienes y derechos monetarios que tiene la empresa, con el potencial de generar dinero ya sea con su venta o intercambio.
Los pasivos, que son el conjunto de deudas y compromisos económicos, siendo estas las que permiten financiar las actividades y pagar los activos.
El patrimonio neto serían los recursos financieros que pertenecen a una empresa, ejemplo, el dinero aportado por los socios, ganancias de cursos anteriores y las reservas.
El flujo de caja o cash Flow es el detalle de los ingresos y egresos netos de una empresa en un periodo determinado.
Los impuestos, estos implican una obligación por parte de la empresa para que la misma pueda seguir ejerciendo su actividad mercantil.
En conclusión, la contabilidad nos ayudará a conocer el funcionamiento financiero del negocio, facilitándonos tiempo de decisiones de esta y para ello aconsejamos llevar siempre un registro de cada venta y gasto, impuestos, tener un inventario y su respectivo control, etc. Todo ellos ayudándonos ahorrar en tiempo y dinero.