El complejo reabrió ayer como un centro comercial. Luego, se levantarán tres edificios de nueve pisos por etapas en lo que será uno de los mayores desarrollos en Santiago, con un costo total de US$ 200 millones.
Alfonso Vásquez es el dueño del Paseo San Damián, ubicado en Avenida Las Condes. Inaugurado a fines de 1993, por más de una década fue sinónimo de entretención. Luego fue arrendado a una universidad y ayer reabrió como centro comercial.
Pero este es solo el puntapié inicial de un megaproyecto que se levantará en los terrenos del complejo, que considera edificios para comercio y viviendas. Será una de las mayores obras en Santiago, con un costo de US$ 200 millones.
El plan original contemplaba que el recién debutado centro comercial funcionaría hasta 2025, para luego demolerlo y dar pasos a los edificios. Pero Vásquez decidió reformular el proyecto y levantará las nuevas torres por etapas, y el mall recién abierto se mantendrá siempre operativo.
“Armamos este nuevo centro comercial en medio de la pandemia, de marzo a diciembre. Son dos etapas: una es el distrito argentino, que son dos mil metros cuadrados de marcas de ese país y luego, en el primer semestre de 2021, se abrirá un sector destinado para hombres”, explica el empresario, quien cuenta que –debido a lo complejo de invitar a distintas marcas a instalarse en el mall en medio de la pandemia- decidió él mismo importar la mercadería. Es decir, ahora también se transformó en vendedor de prendas de vestir.
“El modelo es traer miles de prendas de vestir orientadas a mujeres de marcas argentinas que no están en Chile. La idea es agregar semanalmente una o dos nuevas marcas, conocidas o emergentes”, explica Vásquez, quien decidió abordar este proyecto sin socios, absolutamente independiente.
Todo se exhibirá en un espacio de dos mil m2 de superficie de venta. Los otros ocho mil m2 del paseo serán destinados en el primer semestre de 2021 para el arriendo a terceros: ahí habrá un sector destinado a personas que venden por aplicaciones como Instagram y otro para restaurantes y cafeterías.
La inversión total –cuando estén habilitadas todas las etapas- alcanzará los US$ 20 millones.
Proyecto inmobiliario
“Después viene el proyecto inmobiliario grande, de los edificios”, dice Vásquez. Y explica: “El Paseo San Damián va a crecer de manera orgánica. Vamos a botar edificios existentes para levantar los nuevos, así que nunca va a dejar de funcionar el centro comercial”.
Esta nueva etapa del master plan trazado por el empresario comenzará en 2023. Constará de tres nuevos edificios de nueve pisos cada uno, más cinco subterráneos, tres de los cuales serán para estacionamientos y uno para establecimientos como cines. Desde el nivel calle, los seis primeros pisos de los inmuebles se destinarán a comercio y los tres restantes a viviendas. Todo será para la renta.
Para el financiamiento de la obra, que se proyecta alcanzará las 5 millones de UF (unos US$ 200 millones), el empresario explica que se creará un fondo de inversión privado, el que considera distintos aportantes, como varios family office ya comprometidos.
¿Hay espacio para más locales comerciales en el sector oriente de Santiago? Vásquez está convencido que sí. “Pienso que el comercio, tal como lo conocemos, cambió. Nosotros no vamos a tener un hipermercado Jumbo o una gran tienda Falabella. Lo que estamos creando es un espacio que se destinará al micro retail. Este cambio significa que las mismas marcas más conocidas tengan espacios más pequeños; ese es el concepto que viene”, afirma.
El Paseo San Damián fue desarrollado por Peter Hiller, que participa en el negocio de la entretención y la comida, además de tener fichas en la industria inmobiliaria. Ante resultados menores a los proyectados, a 10 años de su debut, el empresario decidió bajar las cortinas. Su idea era aportar el terreno para una sede de la Universidad Uniacc, de la que él tomaría el 35% de la propiedad. Sin embargo, este negocio quedó en nada. Tras ello, decidió licitar el terreno. El proceso se declaró desierto y a fines de 2007 Vásquez hizo una oferta.
Aunque el terreno estaba a punto de pasar a manos de la inmobiliaria Paz, el acuerdo no prosperó y Hiller aceptó la propuesta de Vásquez por US$ 11 millones.
Luego, a mediados de 2008, el nuevo propietario había acordado venderlo a Parque Arauco, firma ligada al grupo Said. La operación se frustró debido a la crisis internacional. Un año después, el inmueble fue arrendado a la Universidad del Pacífico, que estuvo una década e hizo abandono el año pasado. Tras esto, Vásquez decidió darle una nueva vida a este complejo.
Fuente: Diario Financiero